Unas 300 personas se han manifestado hoy en Sevilla para pedir la liberación de Maloma Morales, la joven de origen saharaui vecina de Mairena del Aljarafe (Sevilla) presuntamente secuestrada desde el 12 de diciembre por su familia biológica.
La manifestación ha salido a las 11.00 horas desde la Plaza Nueva, frente al Ayuntamiento, convocada por la plataforma #FreeMaloma, con el lema “La libertad es su derecho”, para terminar frente a la Delegación del Gobierno, donde el marido de Maloma, Ismael Arregui, ha leído un comunicado.
En el comunicado, ha recordado que hoy se cumple un mes “desde que estábamos todos celebrando la liberación de Maloma de su cautiverio en los territorios liberados del Sahara Occidental y esperábamos ansiosos su llegada a los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf para poder hablar con ella”.
“Nuestras ilusiones y la esperanza de tenerla de vuelta cumpliendo así con su deseo de estar aquí, en Sevilla, se volatilizaron al saber que el Frente Polisario la había ‘devuelto’ a su familia biológica, a los mismos hermanos que la habían mantenido secuestrada”, ha lamentado.
Ha calificado de “incomprensible” que el Frente Polisario “se arrodille ante la presión de una tribu y que permita que se pisoteen los derechos humanos por amparar y proteger una tradición discriminatoria con las mujeres”.
También ha criticado que la “mayoría” del movimiento solidario español con el Sahara “vuelva la cabeza y mire hacia otro lado, sin defender los derechos de Maloma ni reconocer que ella -y otras muchas mujeres más- son víctimas de un cúmulo de errores cometidos en el pasado y sostenidos hasta el día de hoy”.
Arregui ha incidido en que, a pesar de los vídeos enviados desde el Sahara, en los que la joven dice que no está allí contra su voluntad, “Maloma está secuestrada. Maloma no es feliz ni está donde quiere estar”.
Por ello, entiende que el Gobierno español “debe actuar inmediatamente, con decisión y con contundencia. Es hora de poner las cosas claras, que nuestro país entrega millones de euros anualmente al Sahara, no sólo en ayuda humanitaria sino en proyectos de Cooperación al Desarrollo, sin control ni justificación”. La familia adoptiva de la joven ha señalado que seguirán las acciones de protesta y que en junio viajarán al Sahara junto con otras familias que están viviendo casos similares, para intentar encontrar allí una solución sobre el terreno.
