El Hospital San Juan de Dios del Aljarafe evalúa la percepción ante terapias no farmacológicas en pacientes con dolor crónico

Redacción

El Hospital San Juan de Dios del Aljarafe puso en marcha por primera vez el taller de control de dolor crónico no oncológico en febrero de 2016. En España, el 17% de la población sufre dolor crónico, su elevada prevalencia lo convierte en un problema de salud pública por el empleo de recursos sanitarios y el impacto psicosocial en la vida del paciente, y, en la actualidad, se está apostando por incorporar terapias no farmacológicas que permitan controlar el dolor sin abusar de los fármacos.

A través de este taller se ofrecen herramientas y técnicas para el manejo del dolor crónico, entre las que se encuentran la meditación, la relajación y otras técnicas que trabajan el autoconcepto y el amor propio, que facilitan la aceptación de la enfermedad y el compromiso en la mejora de su salud.

“El hecho del que el paciente se vea capaz de cambiar su situación por él mismo, aplicando técnicas sencillas y seguras que le llevan a un estado de mayor bienestar, refuerza de manera positiva el cambio en la conducta y facilita el mantenimiento de estos nuevos comportamientos, lo que a su vez influye en los resultados de salud”, explica Victoria Ruiz Romero responsable de la Unidad de Calidad del Hospital San Juan de Dios del Aljarafe y una de las docentes del taller.

Los profesionales del hospital han evaluado uno de estos últimos talleres a través de la percepción que los pacientes han tenido del mismo. El taller evaluado en cuestión constaba de cuatro sesiones (una a la semana), de cuatro horas de duración cada una, en el que participaron 19 pacientes. Las expectativas de los participantes se clasificaron en tres grupos: alivio del dolor físico, manejo del dolor emocional y herramientas aplicables en su vida cotidiana.

Todos los participantes manifestaron su satisfacción con el taller y, entre los beneficios personales percibidos se encontraban el mejor manejo del dolor y del sueño; la disminución de la fatiga; la reducción del consumo de medicamentos; la mejora de la actitud ante la vida y del estado emocional, la mayor energía positiva y motivación, y un mejor afrontamiento de la enfermedad.

“Los participantes afirmaron que el taller les había ayudado a disminuir el dolor y el consumo de analgésicos, así como otros síntomas asociados a la enfermedad crónica, mejorando por tanto su salud percibida”, afirma la Dra. Ruiz Romero.

Estos resultados han sido recientemente publicados en un artículo bajo el título “Terapias no farmacológicas para el dolor crónico no oncológico: percepciones de los pacientes”, en la revista científica Anales del Sistema Sanitario de Navarra que se encuentra incluida en  la Web of Science (WOS).