
Redacción
El río Guadalquivir vuelve a situarse en el centro de las operaciones antidroga en Andalucía. La Guardia Civil ha intensificado durante el mes de octubre un amplio dispositivo contra el narcotráfico en el litoral andaluz y a lo largo del cauce del Guadalquivir, que se ha saldado con 229 personas detenidas y la incautación de casi 30,5 toneladas de droga —entre ellas 1.550 kilos de cocaína, 24.700 de hachís y 532 de marihuana—, además de 49.315 litros de gasolina destinada al abastecimiento de narcolanchas.
Las investigaciones sitúan varios puntos estratégicos de tránsito y almacenamiento en municipios del Aljarafe sevillano, donde las redes logísticas aprovechaban su cercanía al río para mover mercancías procedentes de la costa. Estas localidades se han convertido en una retaguardia operativa de las organizaciones dedicadas al tráfico de drogas, que emplean el Guadalquivir como vía de entrada hacia el interior de la provincia.
En el marco de esta operación, la Guardia Civil ha intervenido 22 embarcaciones, entre ellas cinco de alta velocidad, además de trece armas de fuego, cinco de ellas de guerra. Las actuaciones han contado con la coordinación de las Comandancias de Cádiz, Huelva y Sevilla, junto al Servicio Aéreo y el Grupo de Acción Rápida, que participaron en maniobras combinadas por mar y aire.
Uno de los golpes más destacados se produjo los días 17 y 24 de octubre en la costa de Chipiona, donde el Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) permitió frustrar el alijo de 2.700 kilos de hachís tras interceptar varias embarcaciones de alta velocidad.
Fuentes del Instituto Armado señalan que el Guadalquivir se ha convertido en un corredor clave del narcotráfico, por su extensión y dificultad de vigilancia, lo que favorece la entrada de cargamentos desde la costa atlántica hasta las inmediaciones de Sevilla y su área metropolitana.
La Guardia Civil ha anunciado que continuará reforzando la vigilancia en el cauce y en las zonas ribereñas del Aljarafe, con especial atención a los muelles y marismas del tramo bajo del Guadalquivir, donde las organizaciones criminales mantienen una intensa actividad nocturna.



