Con unas prestaciones similares al G-Watch-R, prácticamente estaríamos pagando casi 100 euros más por un diseño diferente, algo más elegante y refinado que el de su mencionado hermano. El Watch Urbane cuenta así con corazón Snapdragon 400, una pantalla P-OLED de 1,3 pulgadas y una batería de 410 mAh, además de integrar sensor cardíaco y certificación IP67. LG ya utilizó en la nota de prensa de su producto la palabra “lujo”, de forma que todo parece indicar que semejante etiqueta habrá que pagarse.
Veremos qué coste nos confirma LG cuando muestre su reloj en la MWC, donde estará luciendo palmito. Hasta entonces habrá que tomar esta información con reservas -y rezar para que no sea definitiva.
Fuente: Expansys